Miércoles, 6 de febrero de 2019
Participantes del GCAT conocen la trastienda del proyecto
¿Cómo lo hacen? ¿Cómo se obtiene información genética a partir de una muestra de sangre? Y, ¿cómo se gestiona la información genética de 20.000 personas? ¿Cómo lo hacen para que toda esta información sea comprensible y se puedan desarrollar proyectos de investigación con ella? Son preguntas que se plantaban algunos de los voluntarios del proyecto GCAT que este miércoles han participado de una visita en el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG-CRG) y al Barcelona Supercomputing Center (BSC), ambos centros colaboradores del proyecto. Preguntas que, ahora, ya tienen respuesta.
Los participantes de la visita son personas voluntarias, ganadoras del sorteo de entre todas las que han contestado la primera encuesta de seguimiento de hábitos de salud del proyecto GCAT. En la visita al CNAG-CRG, la investigadora Julie Blanc, responsable del grupo de Preparación de Muestras del centro, ha explicado como se trabaja desde que se reciben las muestras hasta que se obtienen la secuencia de ADN. También ha hecho un breve repaso a la historia de la secuenciación, corta pero vertiginosa, hasta el día de hoy en qué las nuevas generaciones de secuenciación permiten reducir tiempo y costes del proceso. Pero "no todo está en los genes, por ello es muy importante la información que dan proyectos como el GCAT, en los que se puede contrastar la genética con el entorno", explicaba Blanc.
¿Y cuando tenemos la secuencia? Es en el BSC donde los científicos del GCAT llevan toda la información obtenida para analizar las secuencias de genoma de las muestras. Los visitantes han podido ver en primera persona el MareNostrum, el superordenador instalado en la Torre Girona, por donde ha pasado su información genética, así como datos de proyectos tan diversos como las ciencias de la tierra, las mismas ciencias de la computación o la astrofísica.
Un proyecto a largo plazo
Nuestros hábitos cotidianos afectan sensiblemente la forma como se manifiestan nuestros genes, como afectan nuestro bienestar, y cuando y como se puede desarrollar la enfermedad. En definitiva, como viviremos nuestra vida. Solo los participantes, en primera persona, nos pueden ayudar a comprender qué dicen sus genes, interpretando los cambios de vida en estos últimos años desde que comenzó su participación en el GCAT. Es clave para el proyecto conocer los cambios en los hábitos de vida, en la alimentación o en la actividad física, así como también si han sufrido algún problema de salud durante este período.
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Julie Blanc - CNAG
Barcelona Supercomputing Center